Recuerdo como si fuera ayer el primer día que entré en el
edificio de IBM. Creo que no tenía ni 15 años, y fue por un curso básico de
Office que ofrecían a niños... y no se cómo acabé apuntándome. Creo recordar
que fue mi padre, informático y amante de la tecnología, que quiso instruir a
su niña (a la que los ordenadores le importaban un pepino) en lo que viene
siendo el uso de Word, Excel y Access.
Toda la vida viviendo en Corazón de María hizo con que IBM
estuviera presente en mi vida desde que finalizaron la construcción del
Edificio de Santa Hortensia. Mi abuelo me decía cuando era peque que mi abuela
cada día le mandaba trabajar a IBM (yvenmeaporesto... ibenme a por lo otro...).
Nada apuntaba a que, visto mi background Universitario y mis preferencias por lo "artístico" y publicitario, acabaría trabajando en IBM. Las casualidades hicieron que
escribiera sobre el Big Blue en la Newsletter mensual que publicaba cuando trabajé de
becaria en una consultora de Imagen Corporativa.
Meses más tarde entré de nuevo al edificio de IBM, para hacer una entrevista para una beca en el área de Diversity, donde buscaban a un estudiante con experiencia en montar eventos y ganas de fomentar el grupo de Diversity
dentro y fuera de la compañía.
Diez años después echo la vista atrás y veo aprendizajes, un Máster en Ventas en toda regla (¡formación a lo largo y acho de Europa durante un año!), mucho trabajo, momentos muy divertidos, también otros muy duros, una
época en la que salir de mi zona de confort me hizo pasarlo bastante mal y de la que salí en una versión 2.0 súper mejorada :-). Tres años en Portugal que me hicieron crecer profesionalmente a pasos agigantados. Tensiones de cierre, adrenalina de la que nos gusta... noches preparando propuestas, anécdotas... al fin y al cabo diez años dan para mucho.
Todos
estos momentos, de los que tanto he aprendido,
tienen un denominador común: las personas.
Personas que me ayudaron a crecer, que me guiaron cuando
estaba perdida, que me escucharon cuando necesitaba y me explicaron cuando no
entendía. Amistades que ya lo son para toda la vida, compañeros que me dedicaron
su tiempo... personas de las que aprendí y con las que me reí (e incluso lloré) y a
las que dedico entre post.
El día que comuniqué mi salida de IBM recibí multitud de
muestras de cariño. Algunos de los mails, mensajes y llamadas llegaron a emocionarme mucho. Me llevo
conmigo todos esos buenos deseos y por supuesto los devuelvo deseando que todo
vuelva a ir bien en una compañía que está pasando por un momento muy difícil y
que está perdiendo su mayor activo: la actitud y energía de sus empleados.
Para
mí sin duda alguna lo mejor que tiene IBM son las personas que trabajan en
ella. Esperemos que pronto vuelva a ser aquella empresa a la que nos sentíamos
orgullosos de pertenecer. Aquel logo que defendíamos a capa y espada y que
representábamos con la cabeza muy alta.
Deseo de corazón que mis estupendos compañeros estén pasando
sólo una racha floja y todo vuelva a ir viento en popa muy muy pronto.
Como dijo Watson… “All the problems of the world could be
settled easily if men were only willing to think...” A ver si se aplican el cuento y esto se
resuelve lo antes posible.
Ay me encanta Lau!! Qué bien escribes y qué bonita eres por dentro y por fuera!! Te echamos de menos, aunque tenemos nuestras cenita IBMeras. Te deseo todo lo mejor en tu nueva etapa! Te vas a forrar que es para lo que estamos! Mil Besos guapaaa!!!
ResponderEliminarMuchas gracias Con!!! :-D
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