jueves, 17 de diciembre de 2015

Dejando IBM...

Recuerdo como si fuera ayer el primer día que entré en el edificio de IBM. Creo que no tenía ni 15 años, y fue por un curso básico de Office que ofrecían a niños... y no se cómo acabé apuntándome. Creo recordar que fue mi padre, informático y amante de la tecnología, que quiso instruir a su niña (a la que los ordenadores le importaban un pepino) en lo que viene siendo el uso de Word, Excel y Access.

Toda la vida viviendo en Corazón de María hizo con que IBM estuviera presente en mi vida desde que finalizaron la construcción del Edificio de Santa Hortensia. Mi abuelo me decía cuando era peque que mi abuela cada día le mandaba trabajar a IBM (yvenmeaporesto... ibenme a por lo otro...).

Nada apuntaba a que, visto mi background Universitario y mis preferencias por lo "artístico" y publicitario, acabaría trabajando en IBM. Las casualidades hicieron que escribiera sobre el Big Blue en la Newsletter mensual que publicaba cuando trabajé de becaria en una consultora de Imagen Corporativa.   
Meses más tarde entré de nuevo al edificio de IBM, para hacer una entrevista para una beca en el área de Diversity, donde buscaban a un estudiante con experiencia en montar eventos y ganas de fomentar el grupo de Diversity dentro y fuera de la compañía.

Diez años después echo la vista atrás y veo aprendizajes, un Máster en Ventas en toda regla (¡formación a lo largo y acho de Europa durante un año!), mucho trabajo, momentos muy divertidos, también otros muy duros, una época en la que salir de mi zona de confort me hizo pasarlo bastante mal y de la que salí en una versión 2.0 súper mejorada :-). Tres años en Portugal que me hicieron crecer profesionalmente a pasos agigantados. Tensiones de cierre, adrenalina de la que nos gusta... noches preparando propuestas, anécdotas... al fin y al cabo diez años dan para mucho.

Todos estos momentos, de los que tanto he aprendido, tienen un denominador común: las personas.
Personas que me ayudaron a crecer, que me guiaron cuando estaba perdida, que me escucharon cuando necesitaba y me explicaron cuando no entendía. Amistades que ya lo son para toda la vida, compañeros que me dedicaron su tiempo... personas de las que aprendí y con las que me reí (e incluso lloré) y a las que dedico entre post.

El día que comuniqué mi salida de IBM recibí multitud de muestras de cariño. Algunos de los mails, mensajes y llamadas llegaron a emocionarme mucho. Me llevo conmigo todos esos buenos deseos y por supuesto los devuelvo deseando que todo vuelva a ir bien en una compañía que está pasando por un momento muy difícil y que está perdiendo su mayor activo: la actitud y energía de sus empleados. 
Para mí sin duda alguna lo mejor que tiene IBM son las personas que trabajan en ella. Esperemos que pronto vuelva a ser aquella empresa a la que nos sentíamos orgullosos de pertenecer. Aquel logo que defendíamos a capa y espada y que representábamos con la cabeza muy alta.

Deseo de corazón que mis estupendos compañeros estén pasando sólo una racha floja y todo vuelva a ir viento en popa muy muy pronto. 

Como dijo Watson… “All the problems of the world could be settled easily if men were only willing to think...”  A ver si se aplican el cuento y esto se resuelve lo antes posible. 
  


                                             Ever Onward, Ever Onward,         that´s the spirit that has brought us fame

Copitas de despedida con REGALAZO incluído :-D GRACIAS A TODOS




Viaje a Berlín con las niñas

Portugal :-D

La mejor foto de todas!!! Girl Power @t IBM!!!

Visita a nuestra IBMer Neoyorkina

Primer Evento en Lisboa!

Graduación de la Global Sales School 2007 en Milán :-)

Chicas de la Promo GSS... Stream 5

Nuestro Bodorrio IBMero
@ISa, me chifla esta foto... :-D

Un regalito!!! Hundred Percent Club 2011





Hasta con peluca...
Noche IBMera

Amigos portugueses :-)

Cena Navidad Software Group Portugal; 2014

Linda Patriciaaaaaa

Saudades de Lisboa

Oficinas de Silverpop en Atlanta

Software Sales academy, 2014 Orlando


Un grupo muy aburrido este que seleccionaron...



Nuestro Primer Evento en Lisboa: 2012


Fotón !!! Arbex007

Viajecito a Mónaco con los compis: 2013

Contando cositas en la Universidad de Lisboa

Bodorrio entre IBMers!!!

Smarter Commerce Summit Orlando

Otra despe de soltera

Atenas 2008

Again Solterías que dejan de serlo


Business Connect Lisboa
Regalito y buenos compis :-D
Tweets varios de la que ha sido mi mejor jefa :-D



Recuerdos




                            ¡¡¡GRACIAS!!!

miércoles, 9 de diciembre de 2015

Lo esencial es invisible a los ojos


Nunca antes me había movido tanto por dentro recordar un país como al preparar esta entrada al blog. Escribo la intro al final, después de releer el post entero, con el estómago encogido y ganas de llorar. 

De la agitada historia de Camboya a lo largo de los siglos, se me quedaron grabados dos momentos: el abandono a la naturaleza de Angkor en el Siglo XVI, dando lugar al espectáculo más impresionante de fusión entre construcción y selva, y el terrorífico genocidio de Pol Pot... ya en el Siglo XX.

Camboya fue el centro de un Gran Imperio durante la Edad Media, Imperio que ocupaba también partes de Tailandia, Birmania, Laos, Malasia y Vietnam. Los templos de Angkor, su capital, constituyen el principal legado del Imperio a la posteridad y son la prueba del inmenso poder y riqueza que acumularon los jemeres, gracias también a un eficiente sistema de gestión del agua a través de canales, que les permitió expandirse enormemente.

Tras varios saqueos, inundaciones y posteriores sequías, en 1432 se traslada la capital a Phnom Pen y la Ciudad Sagrada de Angkor fue tragada por la selva y olvidada.
Cuatrocientos cincuenta anos mas tarde, un francés en expedición por el río Mekong se encontró por sorpresa con la Cuidad Olvidada. Me recreo al imaginar lo que sintió al "tropezarse" con esos maravillosos templos de piedra que se enredaban con las raíces de gigantescos árboles. Salvaje selva entre la que encontró la sonrisa de Buda que descansaba como esperando a ser descubierto.
Así pasó Camboya a ser protectorado francés y luego independiente hasta que llegó el fatídico 1975.





 



1975: comienza el “año cero” y Pol Pot, se dispone a reescribir la historia del país.
De un total de 8 millones, 2 millones mueren durante el genocidio que se extendió de 1975 a 1979. Uno de cada tres habitantes de Camboya. 

3 años, 8 meses y 20 días que los Jemeres Rojos gobernaron el país. Estómago y corazón se encogen al escuchar o leer lo que se “vivió” en Camboya durante ese período. Hace tan sólo 40 años...
Objetivo: exterminar todo vestigio del detestado capitalismo. Se quemaron bibliotecas, se destruyeron vehículos de motor, se vetó el uso de medicamentos.

Empezó matando a profesores, abogados, médicos... continuó con funcionarios, militares... la sed de sangre le hizo ejecutar a todo aquel que llevara gafas... pues estas eran símbolo de intelectualidad.

No tuve fuerzas, ni ganas, ni estómago para leer o ver “Los Gritos del Silencio”. Las torturas que nos contaban sobrepasan los límites de la imaginación de cualquier mente sana. Campos de concentración, familias rotas, canibalismo por hambre... 
Viajar a Camboya y descubrirse a uno mismo buscando en la mirada de los camboyanos cicatrices de un pasado muy reciente. Transeúntes que han visto con sus propios ojos cosas que ningún humano debería nunca presenciar.

Sensación dura al recordar Camboya. Lo que no vimos es lo que más marcó. Lo esencial es invisible a los ojos. Difícil describir lo que se siente al pisar suelo camboyano. 
Nunca más.